Ya cavé tu pozo, armé tu cajón... martillé tu cruz… No tengo dudas de que llegó tu hora, ni de que tengo la fuerza para sostenerte ya en tu último aliento.
Mi flia y amigos todos saben ya que va a ser, y cuánto, cuánto me va a doler. Ésas lágrimas que rara vez caen, ya empezaron a caer; y por mucho que no quiera, te voy a perder.
Pero qué me voy a hacer con esas frases que me esperan...? “...Es la vida... Solo un perro”... Como si no lo fuera yo a saber. Qué voy hacer con ese vacío que ya sé voy a tener.
Hace 14 años que en la ruta sos mi copiloto fiel, que yo voy con una mano en el volante y otra posando en tu piel. Tántos kilometros reales y metafóricos que hemos recorrido juntos.
Tantas vivencias, difíciles y felices...Tanta vida, tanta compañía invaluable.
Tantos años que no te sentás hasta ver adonde me voy a ubicar, que me seguís hasta cuándo me voy a bañar...Que no dormís si no es a los pies de mi cama, que me seguís valla donde valla.
Pero tu paso está lento y cansado...tus aventuras ya guardadas en el recuerdo...Casi que solo alzado podes subir las escaleras, y todo aquello que antes hacías con tanta vivacidad ha perdido su naturalidad...
...Y así ya empecé a extrañarte, teniendo la certeza de que jamas podré olvidarte.




