miércoles, 12 de agosto de 2009

La Clave esta en el Equilibrio


Tengo esta convicción de que el equilibrio es el frágil secreto indirecto de la felicidad. Digo indirecto porque en realidad creo que el equilibrio es la herramienta fundamental para lograr la tan ansiada paz interior, que es, a su vez, lo que nos lleva a la felicidad.

No hablo de esa felicidad imposible que venden las películas, sino de la felicidad real, palpable. Esa que se compone de una serie de momentos felices dentro de una constante de relativa satisfacción personal.

Mi recuerdo de los días en que jugaba con la balanza de bronce de mi papa, probando las distintas piezas en los platillos hasta lograr que los dos estuvieran a la misma altura, es que lograr el equilibrio no es fácil hazaña, y que hasta la mas pequeña interferencia puede romperlo. Sin embargo, ese estado de quietud sostenida en el espacio a pesar de las leyes de movimiento y gravedad, me inspiran hoy a fundamentar mi teoría de que el equilibrio es paz; y paz, en mis ojos, es felicidad. Por lo que me he propuesto (con el entendimiento realista de que el equilibrio no se puede sostener sin interrupción), buscar el equilibrio en todos los aspectos de mi vida.

Busco el equilibrio entre ser madre y ser mujer; pudiendo ser ambas sin que una le reste a la otra. Priorizando a mis hijos, sin por ellos silenciar mis sueños y deseos. El equilibrio entre el compromiso y la libertad. Aprendiendo a distinguir las responsabilidades fundamentales de las obligaciones innecesarias, para poderle hacer lugar a la libertad de ser autentica y hacer las cosas a mi manera - sin prejuicios propios o ajenos.

Quiero encontrar el equilibrio entre la independencia y la compañía. Gran desafío. Poder discernir quien soy y que quiero sin entregar mi autonomía y perderme en el otro. El equilibrio entre apoyarme en alguien y sostenerme sola. Poder sostener el deseo de compartir sensaciones y vivencias con alguien sin convertir ese deseo en un escapismo de algo que no estoy pudiendo afrontar.

Busco el equilibrio entre ser espontánea y ser recatada. Reconocer cuando conservarme . Poder protegerme de mi propia exposición - tantas veces innecesaria y arrepentida - sin perder la comodidad liberadora de ser naturalmente quien soy.

Necesito encontrar el equilibrio entre aceptarme y exigirme. Porque la sobre exigencia paraliza y el estancamiento no es aceptable. Y cuando la expectativas son tan altas no hay aceptación posible.

Y fundamentalmente busco el equilibrio entre lo que soy y lo que quiero ser. Poder soñarme mas lejos y mas grande sin perder de vista mis reales deseos y mis naturales limitaciones.

Realmente creo que el equilibrio es aplicable a todos los aspectos que nos conforman; dar y recibir, ser fuerte y ser sensible, ser solidario y ser egoísta…El equilibrio es un frágil esfuerzo permanente al que solo se puede intentar llegar con la necesaria permisividad al ocasional desequilibrio. Y a el aspiro.

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